Estrella Rojas
Es verdad que existieron múltiples causas por las que se dio el resultado electoral que concertó la posibilidad de que Morena pueda reformar la Constitución y redibujar la cara institucional del país, sin necesidad de negociar nada con nadie.
Existieron amenazas del crimen organizado, compra de votos, intervenciones ilegales del presidente en la contienda y, sobre todo, el uso de los programas sociales con un sentido clientelar.
Sin embargo, es necesario que los partidos de oposición, particularmente el PAN, que sigue siendo la primera fuerza opositora, reflexionemos sobre las causas propias que nos impidieron frenar esa ola populista.
Por ello, el 29 de junio pasado, en la reunión del Consejo Nacional del PAN, se creó la Comisión Especial de Análisis de Resultados Electorales, Diagnóstico del Partido y del País, que tiene como objetivo la generación de propuestas específicas para la implementación de cambios concretos en el partido, la conducción de los grupos parlamentarios y gobiernos.
También se instaló la Comisión Organizadora Nacional de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional (CONECEN), la cual deberá generar la logística, definir las fechas y hacer la convocatoria a la elección para renovar la presidencia del PAN.
Los panistas entendemos que necesitamos una mayor cercanía con la sociedad, abrir el partido a la ciudadanía que tiene empatía con nuestras ideas, con nuestras propuestas y que puedan participar de manera más activa en la vida interna del partido, traduciéndose en una representación fortalecida en la vida pública.
Reconocemos que faltó coordinación en la alianza con los otros partidos, que faltó trabajo territorial en algunas zonas del país y que no toda la gente entendió las razones por las cuales un partido como Acción Nacional se alió con el PRI, un adversario histórico, o con un partido disímbolo como el PRD. La coyuntura política de una fuerza autoritaria como Morena nos hizo buscar un frente con aliados inesperados, pero que consideramos necesarios para afrontar el reto.
Igualmente reconocemos que existió poca preparación para definir el método de elección de la candidatura presidencial, errores operativos, administrativos y algunos conflictos internos.
Además de los embates externos, asumimos nuestra responsabilidad en los resultados electorales y ahora, más que nunca, estamos decididos en mejorar, en ser una auténtica representación de aquellos que no están de acuerdo con la visión del Gobierno en turno, de ser una opción democrática para los mexicanos y mexicanas.