Regresaron los toros a la CDMX. La Monumental Plaza de Toros México se vistió de gala para una histórica reapertura, un evento que marcó el regreso de la tauromaquia a la capital. La velada, con un lleno total, reflejó la inquebrantable pasión por este arte y la paciencia del público capitalino.
Los asistentes llenaron cada rincón de la plaza, formando un mosaico humano vibrante de emoción y tradición. La corrida, protagonizada por los matadores Joselito Adame, Diego Silveti y el peruano Andrés Roca Rey, prometía ser un despliegue de valor frente a los imponentes toros de la Ganadería Tequisquiapan de Fernando de la Mora.
El sonido del “Cielo Andaluz” marcó el inicio de la corrida, y los diestros vestidos con trajes de luces hicieron su entrada y la energía del público invadió el espacio del coloso de Insurgentes. Sin embargo, el ganado de Tequisquiapan ofreció poco juego, añadiendo dificultad a la lidia.
Como primer espada, Joselito Adame desplegó su habilidad y experiencia en el ruedo. Se esforzó por destacar con su lote, aunque en esta ocasión no consiguió demostrar la precisión habitual que lo caracteriza en el manejo de la espada. El hidrocálido brindó su actuación al público capitalino presente en el coloso. Diego Silveti, en una actuación digna, encantó al público, que lo ovacionó a pesar de las limitaciones impuestas por el toro. El torero de la dinastía Silveti brindó su segundo astado a los hijos de Alberto Baillères, uno de los máximos impulsores de la fiesta brava. Andrés Roca Rey, enfrentó el lote más desafiante, comenzó con una promesa de gran espectáculo; sin embargo, recibió tres avisos y, desafortunadamente, un toro se le fue vivo.
Entre las diversas personalidades que se dejaron ver en el tendido, destacó Gabriel Quadri, diputado de Acción Nacional. También asistieron Mikel Arriola, presidente de la Liga MX; los exjugadores Manuel Negrete y Miguel Layún; Juan Ramón de la Fuente, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México; el empresario Ricardo Salinas Pliego; y Leo Zuckerman, conductor de ‘La Hora de Opinar’. Todos ellos acudieron al regreso de las corridas de toros. En el callejón, la familia taurina estuvo presente, Diego Silveti acompañado por su tío y apoderado Alejandro Silveti, y los hermanos Adame: Alejandro y Luis David, apoyando a su hermano mayor.
Fuera de la plaza, un grupo de manifestantes antitaurinos se congregó, armados con pancartas y consignas, para expresar su firme oposición a la tauromaquia. En contraste con los defensores de esta tradición centenaria, los manifestantes abogaban por la reconsideración de prácticas culturales más respetuosas con los derechos de los animales.
Más allá de los resultados en el ruedo y el ambiente en el tendido, el 28 de enero se consolidó como la fecha histórica de la reapertura de la Plaza México. Este evento marcó un hito significativo en el ámbito cultural y social de la capital, también destacó la coexistencia de libertades divergentes en nuestra sociedad plural.
Nos leemos el próximo lunes…
“¿Qué animalista ama tanto al toro como un torero? El torero le entrega su vida” — Paco Ureña-
Dedicado a FAV/28ENE ✟