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Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas: El Observador




La voz del vicario de Cristo

Hoy, se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1987. El tema de este año es “La evidencia es clara: debemos invertir en prevención”.

San Juan Pablo II afirmó que “el uso indebido de drogas empobrece a todas las comunidades en las que se produce. Disminuye la fuerza humana y la fibra moral. Mina los valores estimados. Destruye la voluntad de vivir y de contribuir a una sociedad mejor”. Esto es lo que hace el uso indebido y el consumo de drogas. Pero recordemos, al mismo tiempo, que cada toxicodependiente “trae consigo una historia personal distinta que debe ser escuchada, comprendida, amada y, en lo posible, sanada y purificada (…) Siguen teniendo y, más que nunca, una dignidad en cuanto personas que son hijos de Dios”. Todos tienen una dignidad.

Sin embargo, no podemos ignorar las malvadas intenciones y acciones de los vendedores y traficantes de drogas. ¡Son unos asesinos! El Papa Benedicto XVI utilizó palabras severas durante una visita a una comunidad terapéutica: “Digo, a los que comercian con la droga, que piensen en el mal que están provocando a una multitud de jóvenes y de adultos de todas las clases sociales: Dios les pedirá cuentas de lo que han hecho. No se puede pisotear de esta manera la dignidad humana”. Y la droga pisotea la dignidad humana.

Una reducción de la dependencia de las drogas no se consigue liberalizando su consumo –esto es una fantasía–, como se ha propuesto, o ya se ha aplicado, en algunos países. Se liberaliza y se consume más. Después de haber conocido tantas historias trágicas de toxicodependientes y de sus familias, estoy convencido de que es un deber moral acabar con la producción y el tráfico de estas peligrosas sustancias. ¡Cuántos traficantes de muerte hay –porque los traficantes de drogas son traficantes de muerte– impulsados por la lógica del poder y del dinero a toda costa! Y esta plaga, que produce violencia y siembra sufrimiento y muerte, exige un acto de valentía por parte de toda la sociedad.

La producción y el tráfico de drogas también tienen un impacto destructivo en nuestra casa común. Por ejemplo, esto se ha hecho, cada vez, más evidente en la cuenca amazónica.

Otra vía prioritaria para contrarrestar el abuso y el tráfico de drogas es la prevención, que se hace promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida personal y comunitaria, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro.

Queridos hermanos y hermanas, ante la trágica situación de toxicodependencia de millones de personas en todo el mundo, ante el escándalo de la producción y el tráfico ilícitos de estas drogas, “no podemos ser indiferentes. El Señor Jesús se ha detenido, se ha acercado, ha curado las llagas. Siguiendo el estilo de su proximidad, también nosotros estamos llamados a actuar, a detenernos ante las situaciones de fragilidad y dolor, a saber escuchar el grito de la soledad y la angustia, a inclinarnos para levantar y traer de vuelta a una vida nueva a quienes caen en la esclavitud de la droga”. Y recemos por los criminales que proporcionan drogas a los jóvenes: ¡son criminales, son asesinos! Recemos por su conversión.

 



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Escrito por Visión Ácida

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